Este documento nos invita a pensar sobre la dificultad de pensar desde los sectores populares, pensar desde las conciencias sometidas por el abuso, la miseria, y por que no decirlo, la ignorancia, es una cosa muy difícil. Por esta razón, la tarea es formar grupos tratando de analizar colectivamente las posibilidades de entender y cambiar la explotación por la solidaridad; el abuso autoritario por la convivencia comunitaria real, de crear vida en común.
El texto consta de tres grandes aproximaciones:
– la del mundo cotidiano, del individuo, del yo que quiere pensar desde su propia conciencia;
– la del mundo conceptual, que quiere entender las razones últimas de las realidades que lo someten;
– y finalmente la que estamos dispuestos a reconocer como prioritaria: la del instrumento práctico para cambiar la realidad.
Es indispensable entender, antes o después, que nuestra conciencia no puede pensar desde el aire, que estamos metidos y somos parte de la misma sopa desde la cual estamos pensando, por eso en algún momento tenemos que realizar el ejercicio permanente de localizar nuestro compromiso real, que si nos creemos capaces de entender la realidad como algo externo a nosotros mismos, este instrumento no nos va a servir para aportar hacia una sociedad más justa. Quizá puede ayudarnos a ganar poder, a cambiar el mando actual por el de otros, para que todo siga igual, quizá con otro nombre, pero igual.