Este texto nos invita a reflexionar sobre la profunda crisis civilizatoria. El actual modelo de civilización mundial, basado en la explotación de seres humanos por otros seres humanos y en la intensa explotación de la naturaleza con fines de acumulación capitalista, está siendo cada vez más difícil de sustentar.
Estos grupos de explotación, dominación y opresión aglutinadas en las llamadas empresas transnacionales, son quienes se enriquecen y buscan dominar el mundo, dominan el sistema financiero, las grandes industrias, el comercio, la agricultura y los bienes naturales estratégicos, tienen influencia en muchos gobiernos y en grupos de países. En nombre del progreso y el desarrollo están destruyendo la vida del planeta.