REPENSANDO LA ECONOMÍA EN TIEMPOS DE CRISIS
Las agendas económicas de las mujeres en Mesoamérica
Ya desde el año 2006 la Red Mesoamericana de Educación Popular Alforja, empezó a visualizar la importancia y urgencia de fortalecer el protagonismo social y político de las mujeres a través de sus organizaciones. Esto como parte de la decisión política de coadyuvar desde la educación popular, al fortalecimiento de las organizaciones sociales en su articulación como movimientos sociales emancipadores y autónomos en Mesoamérica. Los movimientos de mujeres y feministas han venido teniendo un desempeño importante en la región por su capacidad de posicionar visiones, planteamientos y propuestas que cuestionan nudos autoritarios profundos de la cultura política patriarcal, de la que se alimenta el capitalismo en esta fase neoliberal. Muchos de estos todavía no son acogidos por las organizaciones y movimientos sociales mixtos, quiénes continúan visualizándolos como “problemas de las mujeres”. Sin embargo, estas intersecciones tarde ó temprano se darán y mientras tanto se va construyendo un sedimento de demandas que finalmente podrán ser parte de un proyecto político emancipador, que radicalice la democracia en todos los órdenes de la vida social y política y en la vida de todas las personas. Por otra parte, los espacios locales y comunitarios de todos los países mesoamericanos están poblados de iniciativas de generación de ingresos impulsados por grupos y organizaciones de mujeres.
Estas constataciones, nacidas del trabajo nacional y local que realizan los siete centros miembros de la Red Alforja, así como la cercanía con las dinámicas de los movimientos sociales a nivel mesoamericano, llevaron a la Red Alforja a impulsar desde la Comisión de Género, Relaciones de Poder y Cultura una serie de acciones orientadas a fortalecer el protagonismo de las organizaciones de mujeres en Mesoamérica desde sus agendas económicas. Esta decisión obedeció a una lectura tanto de las principales acciones del movimiento de mujeres y feminista en la región, como de la coyuntura de resistencia al Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos, que recorrió la región mesoamericana desde el año 2004.
Atendiendo a esta prioridad que las agendas económicas han ido adquiriendo para las mujeres, la Comisión de Género, Relaciones de Poder y Cultura de la Red Alforja ha acompañado en el período 2006-2008 un conjunto de actividades de formación desde la educación popular y de articulación entre diversas expresiones del movimiento de mujeres y feminista y de mujeres organizadas en los espacios locales y comunitarios en Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica y Panamá. A nivel mesoamericano se ha apostado en este período al fortalecimiento del espacio y el proceso impulsado por las Mesoamericanas en Resistencia por una Vida Digna y a las relaciones y alianzas de los centros miembros de la Red Alforja en los niveles nacionales con las organizaciones del movimiento de mujeres y feminista. La Red Alforja, desde la Comisión de Género, Relaciones de Poder y Cultura adhiere y acompaña este esfuerzo, fortaleciendo las resistencias de las mujeres, desde la educación popular. Aportando a la formación de nuevos liderazgos entre las mujeres y favoreciendo espacios de reflexión en torno a liderazgos de las mujeres más integrales, sanadores y potenciadores de su protagonismo personal y colectivo. Las agendas económicas de las mujeres cobran especial relevancia en tiempos de crisis. En primer lugar, porque aunque a la economía, aún en sus versiones más alternativas y progresistas, le resulte tan difícil de entender, las mujeres afirmamos que siempre hemos estado en crisis. Especialmente las mujeres de clases medias, pobres y en pobreza extrema. Sobre todo las dos últimas, cada vez son más en nuestros países.
Pero también porque las agendas económicas de las mujeres desafían los límites de la economía convencional. Incluyendo los límites reconocidos por la economía política. Las agendas económicas de las mujeres colocan en el debate político la politización de la vida en su integralidad, desafiando las visiones maniqueas y dualistas que de manera mal intencionada confrontan lo público con lo privado. Y sacan de la reflexión económica y de la acción política y social toda la esfera de la reproducción y el cuidado de la vida que se procura desde lo que se ha denominado como lo privado. Por eso, las agendas económicas de las mujeres pueden dar cuenta de una crisis de la reproducción social y de la vida y no sólo de una crisis económica, en sentido restringido y mucho menos financiera. De allí su vigencia en la coyuntura actual.
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ESTRATEGIAS DEL IMPERIO Y FORMACIÓN POLÍTICA
Los Imperios han existido a lo largo de la historia de la humanidad. Han tenido modalidades y formas diferentes de expresarse y expandirse. Todos han llegado a un fin. Hoy estamos bajo el influjo de lo que podríamos llamar la Tríada Imperial: Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. Con sus matices, persiguen básicamente lo mismo. La diferencia es que en Mesoamérica, se siente con mayor intensidad el influjo de uno de ellos, el gigante del norte americano. Sus acciones tienen motivaciones, conocerlas nos permitirá ir dando respuesta efectiva ante sus ambiciones.
Con este panorama, Nueva Concepción, Chalatenango, fue el escenario para que 45 líderes, educadoras y educadores populares de Mesoamérica se reunieran para discutir, durante dos días, las estrategias del imperialismo y cómo se están enfrentando. Fue un momento de aprendizaje, reflexión política, ideológica y de intercambio de experiencias.
La jornada se vio enriquecida con tres ponencias. La primera fue impartida por Wladimir Ruiz, de la embajada de Venezuela en El Salvador; del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica llegó David Barrios para hablar sobre el militarismo en la región. Finalmente, Raúl Moreno, economista y catedrático universitario salvadoreño, ilustró sobre las apuestas económicas de EU en Mesoamérica. Sus comentarios junto a los aportes de los y las participantes dan vida a este documento.
Sirva este esfuerzo como aporte para el enriquecimiento del debate y la formación política de los movimientos de la región mesoamericana.
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